Hemos visto la fascinante obra de la pintora Liliana Andariza y movidos por esa curiosidad que el público tiene por conocer cómo es la vida y pensamientos de una artista, acudimos a su casa premunidos de un set de preguntas para investigar algo más sobre su persona. Vive, junto a su esposo músico y académico, en una antigua casona de un tranquilo barrio de Playa-Ancha. Nos encontramos con una bella mujer, de estatura mediana, cabello castaño, mirada penetrante, afable pero introvertida.
Al preguntarle cómo llegó a la Pintura nos cuenta queen 1968,a los 13 años, siendo aún estudiante, su colegio hizo una visita a los talleres de la Escuela Municipal de Bellas Artes en Viña del Mar. Le agradó el hermoso lugar donde se encontraba la Escuela, en medio de los jardines de la Quinta, aledaña al Palacio y Museo de los Vergara; además del ambiente de concentración e inspiración en el trabajo artístico. Fue entonces que decidió que aprendería pintura.
En 1972 inició su academia, estudiando los diversos aspectos y técnicas del Dibujo y la Pintura al óleo. Cuando le consultamos cuáles fueron sus principales maestros, con gran orgullo recalca que su único Maestro fue el pintor y escultor Fernando Figueroa, del Taller de Pintura en Bellas Artes de Viña del Mar, quien le transmitió el gran acervo de conocimientos y técnicas que ella aplica en sus pinturas. Destaca que “él era un pintor y escultor extraordinario”.
Liliana ha expuesto en varios lugares y obtenido el reconocimiento público al recibir importantes premios que avalan su talento y experticia en la Plástica: en el Certamen Arte Joven en 1980, donde obtuvo el Primer Lugar y en el Concurso de Panamericana en 1981, haciéndose meritoria del Tercer Premio. En 1982 expuso casi todas sus pinturas en el Instituto Chileno Británico y su última exposición fue en el año 2003, durante la Primera Semana Cultural "De París a Valparaíso", en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso. Esa exposición fue organizada por el Centro de Alumnos de dicha facultad y por la Asociación Internacional “La Puerta de los Poetas” con sede en Francia. El haber expuesto en salones universitarios y en un instituto binacional habla también de su prestigio artístico, avalado por la universidad y sus pares.
Hacer arte es para esta pintora "motivo de autorrealización… más que un desafío, una gran alegría!” Ese estado de alma se trasluce en sus cuadros, donde crea una atmósfera muy especial de misterio y tranquilidad. Sus obras, al contrario del común de los pintores, son hechas a partir de un fondo oscuro al que se van aplicando luces, sombras y colores, hasta hacer emerger la imagen que se quiere representar. De corazón generoso y sin vanidad alguna, nos cuenta el secreto de las técnicas que recibió de su Maestro para pintar un cuadro:
"Se dibuja el boceto en carboncillo, luego este se amplía al tamaño del cuadro que se va a pintar. Se calca el dibujo en la tela blanca y después se pasa tinta china con un pincel fino por todos los trazos del dibujo. Cuando se seca la tinta, preparo una aguada de óleo con trementina como médium. Mi Maestro me enseñó que esta aguada fuera de color oscuro: óleo azul de Prusia y tierra de Siena tostada. Se mezclan estos colores con bastante trementina y con un pincel grueso se aplica al cuadro en toda la superficie. Debemos dejar secar y cuando ya está seco se puede comenzar a pintar. Se aplica al pincel poca pasta de óleo y se arrastra muy suavemente de arriba hacia abajo sobre la tela apenas rozándola. Poco a poco se va iluminando el cuadro con colores claros y también se pintan sus sombras con colores oscuros… Esa es la técnica que yo aplico”.
Cuando intentamos preguntarle por el mensaje que desea entregar en sus obras, permaneció callada como diciéndonos “para qué un mensaje, si éste es evidente al espectador”. Es una artista que nos deja en libertad para disfrutar sus imágenes con los significados que cada uno pueda idear o descubrir.
No tiene planes para el futuro en cuanto a su actividad artística. Este es un arte que no se puede planificar, no se pinta cuando uno quiere, sino cuando la Pintura lo llama. Tampoco tiene fines comerciales, asevera: “mis pinturas no están a la venta, tengo algunas en custodia"
Al término de la entrevista, fue un disfrute recorrer la galería de su casa en compañía de su esposo y contemplar sus pinturas colgadas en los muros, como ventanas que nos remiten y proyectan tanto a su mundo interior como a otros mundos, enigmáticos y luminosos. Al despedirnos quedamos con la sensación de haber conocido a una verdadera artista, muy espiritual y alejada de toda vanidad e impostura.
Ivan Contardo
Poeta y pintor